La mentorización: crecer en ambas direcciones
Todos conocemos a Platón, que fue maestro de Aristóteles. Y este, a su vez, maestro de Alejandro Magno. Un caso más reciente: Bill Campbell enseñó a Steve Jobs y, después, Jobs mentorizó a Marck Zuckerberg. ¿Qué tienen en común todos estos genios? que tuvieron un mentor que les transmitió todos los conocimientos adquiridos durante años de experiencia. La verdad es que no sabemos si habrían llegado tan lejos sin la ayuda de un mentor, pero todos conocemos el proverbio africano que dice así: “si quieres ir rápido ve solo, si quieres llegar lejos ve acompañado”.
Esto ya lo hemos visto en el cine: en Cinema paradiso, un clásico, conoceremos a Totó, un niño de 6 años curioso e inquieto que teje una entrañable amistad con una persona bastante más mayor que él, Alfredo, el proyeccionista de su pueblo. Unidos por el amor al cine, Totó aprende de cine y de la vida en general junto a Alfredo; más adelante se invierten los roles ya que será el niño quien ayude a Alfredo cuando se vea impedido por enfermedad. Esta misma enseñanza la encontramos en la película de animación UP, donde Russel, un niño de 8 años con mucha vitalidad, conoce a Carl, un jubilado que está pasando un mal momento porque ha perdido a su mujer, Ellie. Ambos personajes establecen una relación fundamentada en valores tan importantes como la empatía y, al final, la amistad.
En ambas proyecciones observamos un crecimiento bidireccional de los personajes principales, que va más allá de adquirir conocimiento y se centra en establecer vínculos emocionales: Totó por ejemplo, además de un amigo, descubrió su pasión gracias a Alfredo. Esto nos deja claro que, sin duda, la figura del mentor ha sido y será importante.
Muchos de nosotros hemos necesitado un referente al que pedir consejo y guía frente a una decisión importante en la vida. Quizá no hayamos sabido qué carrera cursar o cuál será nuestro escenario después. Puede que hayamos tenido dudas sobre educación financiera -algo vital que, desgraciadamente, no se enseña en las aulas- o nos ha sido imposible buscar asesoramiento al vivir en un país totalmente nuevo. Pero, ¿es fácil encontrar a estos mentores? o mejor formulado, ¿los hemos podido encontrar?.
Pues bien, Alerces surge en respuesta a esta necesidad y nace con la idea de crear una red de mentores jubilados, donde los jóvenes nos podamos beneficiar de ese conocimiento acumulado. Y si bien es cierto que el proyecto comenzará de la mano de docentes jubilados que ayudarán en el aprendizaje de la lengua. 70.000 docentes se jubilarán en España los próximos 3 años, y sentimos que esa sabiduría tiene que ser compartida. Queremos honrar la figura del mentor, que ha estado en el pasado, continúa en el presente y seguirá en el futuro, acompañándonos en el camino de la enseñanza.